
Si te gustan los juegos de supervivencia extrema, probablemente Project Zomboid (PZ) esté entre tus favoritos. Con su nivel de detalle y sus mecánicas tan profundas, muchos jugadores han soñado alguna vez con una versión igual de compleja pero en tercera persona, con gráficos 3D modernos y una inmersión total. Esa es precisamente la idea con la que aparece Vein, un nuevo juego independiente que ha comenzado a generar mucho interés.
Su propuesta es clara: tomar el espíritu de simulación realista de PZ y llevarlo a un entorno completamente tridimensional. Sobre el papel, es una idea fantástica. En la práctica, todavía está lejos de alcanzar ese sueño.
Lo primero que destaca en Vein es su intención de no convertirse en un shooter más. Aquí no se trata de disparar y avanzar, sino de realizar acciones detalladas: revisar el motor de un coche pieza por pieza, controlar el aceite, cambiar baterías, vaciar gasolina con una manguera… La misma filosofía se aplica al inventario, que se gestiona con bolsillos, mochilas y peso realista; y también a la construcción de barricadas o refugios, donde puedes mover muebles, clavar tablones o improvisar estructuras. Todo esto visto desde primera o tercera persona consigue una inmersión que PZ no siempre puede ofrecer.
Sin embargo, al jugarlo queda claro que todavía es un diamante en bruto. Las animaciones son rígidas, los movimientos se sienten mecánicos y el combate carece de contundencia. Las físicas también necesitan mucho trabajo: objetos que flotan, zombis que atraviesan puertas o coches que reaccionan de forma inexplicable al chocar incluso con una simple valla.
La interfaz tampoco ayuda demasiado. Intentar trasladar la complejidad de los menús de PZ a un entorno 3D es una buena idea, pero la ejecución sigue siendo torpe. Interactuar con objetos pequeños o manejar el inventario en situaciones de tensión puede ser más complicado de lo que debería.
A todo esto se suma la falta de una capa más emocional o atmosférica. Project Zomboid destaca por sus estados de ánimo, las transmisiones de radio y TV, el estrés y la soledad. Vein, de momento, ofrece mecánicas físicas interesantes, pero carece de esa personalidad que te hace sentir que tu personaje es más que un avatar que gestiona barras de vida.
¿Vale la pena jugar Vein hoy?
A nivel comparativo, Zomboid sigue siendo más preciso en combate, más estable en rendimiento y más robusto en construcción, mientras que Vein apuesta por la inmersión total pero con resultados irregulares. Eso sí, su multijugador es más accesible desde el primer momento.
Entonces, ¿vale la pena probarlo? Sí, siempre que tengas expectativas ajustadas. Vein es un proyecto ambicioso y muy prometedor. Es divertido, especialmente con amigos, y tiene momentos geniales incluso gracias a sus errores. Pero si lo que buscas es una experiencia pulida, coherente y tensa, Project Zomboid sigue siendo el rey del género. Vein apunta alto, pero necesita tiempo para mejorar animaciones, sensaciones y estabilidad antes de estar a la altura.
Puedes añadirlo a tu lista de deseados y seguir su desarrollo de cerca… pero no desinstales Project Zomboid todavía.




